Michael Jackson lo popularizó, pero no fue su creador.
Un 16 de mayo de 1983, el mundo veía por primera vez a Michael Jackson hacer el Moonwalk, probablemente el paso de baile más icónico de la música pop contemporánea.
Fue el día en el que la NBC retransmitió el especial televisivo Motwon 25: Yesterday, Today and Forever. Este show fue grabado seis semanas antes y contó con actuaciones de Jackson y otros músicos para conmemorar el cuarto de siglo del mítico sello fundado por Berry Gordy.
Se cumplen, pues, 35 años de aquel día histórico en el que Michael Jackson ejecutó por primera vez el moonwalk al interpretar su canción Billie Jean ante 47 millones de personas, como recoge en su blog el periodista musical Julián Ruiz.
Contaba entonces con 26 años y acababa de protagonizar un hito en la historia de la música pop. Aquel paso de baile en el que Jackson retrocedía, como levitando sobre el escenario (o sobre la luna), enloqueció al público del Auditorio de Pasadena (California). En este vídeo puedes verlo: https://youtu.be/d17ggav1Lto
Los orígenes no parecen estar claros, pero sí sabemos que otros artistas antes ya habían practicado el moonwalk antes que Jackson.
Algunas teorías apuntan a que el propio músico se interesó por este paso de baile después de haberlo visto en 1981 en el programa de televisión Soul Train. Está claro que el rey del pop fue quien popularizó esta peculiar forma de moverse, pero no fue su creador.
El solista James Brown o el bailarín Jeffrey Daniels ya habrían danzado el moonwalk con anterioridad, y como cuenta Julián Ruiz en su blog Plásticos y Decibelios: la estrella de claqué Bill Bailey también lo puso en práctica en los 50. Se habla, asimismo, de dos jóvenes bailarines llamados Casper Candidate y Cooley Jaxson, que idearon un baile similar, y podrían haber sido los encargados de enseñar este original paso al autor de Thriller.
Sea como sea (y qué más da el origen), el moonwalk jamás habría llegado a nuestros días si no lo hubieran ejecutado los pies y la destreza de Michael Jackson. Un paso fascinante, dinámico, mágico y con un punto de complejidad que lo convirtió en un símbolo del pop.
Un 29 de junio de 2009, el músico fallecía en su mansión de Los Ángeles dejando huérfanos a millones de seguidores en todo el mundo y dejando un hueco enorme en el (aún hoy) vacío trono del pop. A su legado musical – extenso pero insuficiente para quienes le echamos de menos – hay que sumar sin duda, el cautivador moonwalk.